Rodri proviene de una familia apasionada por el deporte, y desde pequeño mostró un gran amor por el fútbol y los números. Estas dos pasiones lo acompañaron desde sus primeros toques de balón en el colegio Kolbe de Villanueva de La Cañada y en el equipo de su localidad. Más tarde, se unió al Rayo Majadahonda, donde su habilidad, visión de juego y técnica llamaron la atención de los ojeadores del Atlético de Madrid, quienes lo compararon con íconos como Iniesta y Xavi Hernández. Fue Rafa Juanes, coordinador de la cantera, quien lo fichó para el club.
El Atlético le fichó al segundo año de intentarlo
Rodri fue promovido de la cantera del Rayo a la del Atlético tras recibir excelentes comentarios. A medida que avanzaba su formación, su talento se destacaba, aunque a algunos les preocupaba que no creciera física e igualmente con su rendimiento. Sin temor a los desafíos, Rodri se enfrentaba a jugadores mayores y a terrenos de juego difíciles, siempre mostrando su pasión por el fútbol. Sin embargo, en su primer intento de unirse al Atlético, optó por enfocarse en sus estudios, pero cuando lo contactaron nuevamente, aceptó la oferta con entusiasmo.
Los ‘locos’ bajitos
En una época en la que se valoraban mucho a los jugadores altos, la estatura de Rodri sembró dudas sobre su futuro en el fútbol. A pesar de su potencial, comenzaba a jugar menos en la cantera rojiblanca; los técnicos intentaban ubicarlo en varias posiciones, pero casi siempre terminaba jugando de mediapunta. Finalmente, el club le dio la oportunidad de buscar una nueva aventura y Rodri, decidido, se marchó con su mochila al hombro.
Rafa Juanes le abrió las puertas del Villarreal
La frase “cuando una puerta se cierra, se abren muchas ventanas” se hizo realidad para Rodri. Aunque recibió interés del Rayo y el Espanyol, fue gracias a una estrategia excepcional del Villarreal que él finalmente se unió al ‘submarino amarillo’. Una vez más, Rafa Juanes jugó un papel crucial al invitarlo a formar parte del nuevo club, apoyado por el ojeador Ángel, quien había seguido su progreso en Madrid.
Regresó su sonrisa
En el Villarreal, Rodri recuperó la alegría al poder jugar libremente y demostrar su liderazgo en el campo. Su fútbol se hizo más comentado y su crecimiento físico también progresaba. Rodri disfrutaba en el campo y la confianza que le brindaron sus compañeros lo motivó aún más a rendir al máximo.
Estudios y desempeño en el campo
Mientras brillaba en las categorías inferiores del Villarreal, Rodri no descuidaba su educación. Estudió Administración y Dirección de Empresas y era común verlo con libros durante los viajes del equipo, además de residir en la Residencia Universitaria. Con una inclinación natural hacia los números y las estadísticas, siempre buscó un equilibrio entre su carrera futbolística y académica.
Campeón juvenil de División de Honor
Con el Juvenil División de Honor del Villarreal, Rodri se coronó campeón de la Copa de Campeones en Granada. Su entrenador, Javi Calleja, junto con su asistente Bruno Uria, reconocieron que él era el núcleo del equipo. Mientras tanto, Rodri seguía desarrollándose físicamente, aumentando su masa muscular y altura, al mismo tiempo que ofrecía lecciones magistrales de fútbol.
Su primer regreso al Cerro del Espino
Una anécdota memorable tuvo lugar cuando el juvenil del Villarreal se enfrentó al Atlético en Cerro del Espino. Rodri, volviendo a su antigua casa, impresiona a quienes le vieron crecer. Ángel, el ojeador del Villarreal en Madrid, dialogaba con los padres de Rodri en la grada, mientras él estaba enfocado exclusivamente en mostrar su mejor juego.
Sin redes sociales y fiel a sus raíces
Rodri es una persona tranquila, humilde y sincera, disfrutando de la vida fuera del foco mediático. Le apasionan el fútbol, la lectura y sus amigos, lo que conforma su día a día. Evita el uso de redes sociales, prefiriendo llevar una vida simple y cerca de su familia. Para él, unas buenas conversaciones en casa con amigos son fundamentales para su felicidad.
Conclusión: Un talento prometedor y una persona auténtica
Hoy en día, Rodri sigue cosechando éxitos en su carrera, con amistades como Ximo Miralles, un conocido portero y músico, apoyándolo incondicionalmente. Con un futuro brillante por delante, Rodri es un ejemplo de dedicación y modestia en el mundo del fútbol.