Al observar la gala del Balón de Oro en el teatro Chatelet de París, podría parecer que el Barcelona fue el gran vencedor de la Champions League y LaLiga del año pasado. Laporta, orgulloso, mencionó a Flick durante su discurso al recibir el premio por parte del equipo femenino, resaltando logros similares a los del Real Madrid en la categoría masculina. La imagen de Natalie Portman junto a Lamine, Cubarsí y Dani Olmo mostrando cuatro dedos, como referencia a lo acontecido en el Bernabéu, junto con la ausencia de representantes del Madrid, generó la percepción en Valdebebas de que la gala fue una especie de burla hacia el Real Madrid. Resulta curioso que exfutbolistas como Ribery, Seedorf y otros activos no cuestionaran al ganador, sino que decidieran resaltar la omisión del brasileño.
Ahora se presentan los votos extraños, que evidencian disparidades entre lo que se mostró y lo que se votó, generando un aire de incertidumbre. Aunque esto no es nada nuevo, en esta ocasión se observará con aún más atención. Algunos buscan explicaciones sobre lo ocurrido, mientras otros intentan justificar el resultado final.
El debate sobre si Rodri mereció más el galardón por su desempeño en la temporada 2022-23, el cual fue otorgado a Messi, ha resurgido. La discusión sobre si esto se compensará en la temporada 2023-24 permanece en el aire, así como la posibilidad de que la justicia se reparta con retraso, algo que ya ha sucedido en ocasiones anteriores.
El Barcelona marcando presencia
Laporta ha demostrado habilidad en situaciones críticas. Lo ha hecho en numerosas ocasiones, logrando sorprender con decisiones inesperadas. En la noche del Balón de Oro, no perdió la oportunidad de destacar, siendo el primero en acercarse al escenario para inmortalizar el momento con Lamine y Aitana. Esta escena fue suya, como lo fue la anterior con las nominadas al Balón de Oro. La cobertura mediática de París reflejó un Barcelona exhibiendo su poderío, mientras que la realidad era que los verdaderos protagonistas, Vinicius, Bellingham y Carvajal, pertenecen al conjunto madridista, considerado el mejor equipo de la temporada pasada bajo la dirección del mejor entrenador del último ciclo.
Muchos de los periodistas presentes en el teatro Chatelet coincidieron en que el Real Madrid salió perjudicado por lo sucedido, mientras que también criticaron a la organización del Balón de Oro por la falta de transparencia. El cambio en los criterios del premio y el secretismo observado han repercutido en el brillo de una gala que solía resplandecer en el ambiente madridista.
Lamine Yamal, el gran triunfador
Quien realmente capturó la atención de todos, especialmente de los aficionados que esperaban en la entrada del teatro, muchos de ellos fervientes seguidores del Madrid, fue Lamine Yamal. El joven azulgrana se destacó como uno de los grandes triunfadores de la gala, acompañado de Rodri, quien mostró serenidad y firmeza en su reivindicación de la selección española.
El delantero tiene un futuro prometedor y parece que se convertirá en un habitual en estos eventos. Tanto aficionados como periodistas rinden homenaje a su talento, que lo catapulta a nuevas alturas y que ya no es un secreto para nadie.
Reflexiones Finales
La gala del Balón de Oro ha dejado muchas interrogantes sobre la transparencia del evento y la percepción del poder en el fútbol actual. El resplandor del Barcelona, liderado por Laporta, contrasta con la percepción de un Real Madrid que sigue siendo un titán en el fútbol europeo. A medida que el debate sobre los verdaderos méritos de los jugadores continúa, el espectáculo que rodea este tipo de eventos sigue cautivando a millones de aficionados en todo el mundo.